No es justo, mamá, no
es justo.
Que tu llama se apaga
en el fuego azul de tus ojos,
que el suelo que pisas
fenece con tu débil voz,
que la noche se hace
presente en el día en el rectángulo de la casa,
que el castillo se
desmorone entre tus neuronas,
que el miedo se
apodere de ti en el crepúsculo.
Que no hay besos en
mil ternuras,
que no llegue el invierno en cada día que pasa,
que no pase el tiempo,
que se detenga,
que no me dejes
abandonada a la bonanza
en la oscuridad de la penumbra.
No puedo decir que te
quiero,
que las palabras se me
cortan,
que la tempestad se agolpa
en las olas de mi sangre
buscando la calma de mi barca.
Mas,
así estoy, escribiéndote
entre lágrimas.
No es justo, mamá, no
es justo.
Me encanta!
ResponderEliminarGracias!!
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