Me quedé esperando tu
ausencia
en la sombra de la
caverna,
en la cima donde vuelven
las aves a dar la vuelta,
en aquel lugar donde la
yegua
relincha la soledad
hacia el horizonte que
limita el acero de la mirada
Se arrastra mi cuerpo
en desiertos sin oasis,
en desterrados y
derruidos castillos
donde falló la piedra,
donde huyen las pisadas
del camino.
En el baile insinuante
en el filo de mi cama,
los pensamientos duermen
mis ojos,
el beso de la llama
se calma en la amargura
del agua.
Permanecí en la espera,
no llegaste
ni aún danzando entre las estrellas.
Permanecí en la espera,
no llegaste
ni aún danzando entre las estrellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario