martes, 22 de abril de 2014

Un gorrión en mi boca.

Habito en el paraíso,
donde la manzana
floreció en el jardín
del extremo placer,
cuando tu cuerpo
se hace sombra
sobre el mio
incandescente
en el secreto
de la noche.

El perfilado de tu cuerpo
entre las sábanas,
desorienta a mis sentidos,
lucha mi carne
seducida
por el jadeo de tu pecho.

Cúspides de piel
son tus labios,
que me hacen sentir
como el beso suave
de un gorrión,

en mi boca

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