El amor no
llega,
no es como la
muerte,
que nadie la
espera detrás de la puerta,
ni nadie la
llama,
pero aparece
sin ser
deseada.
El amor no se
presenta
ante una
llamada,
ni a demanda.
El amor es
vinagre
con tomates
de agua.
En el caos
del amor,
ametralladoras
como proyectiles
disparan como
kamikaze,
en este
infernal debacle
donde el
áspid,
astuto,
ataca en el
silencio
con el tañido
de las campanas.
Muy bueno Marina.Besos.
ResponderEliminarGracias,amiga.
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