Hay mujeres.

                                                                         Hay mujeres de colores, brujas, amigas,

que llegan a tu vida,

sin saber el motivo,

sin saber mucho de ellas,

sin un día a día.
Sin ser amigas eternas,

te dejan huella.

I

Una mujer rojo-negro,

con garra,

a dentelladas,

con ese proyectado

festín de palabras enmarañadas

mordidas de manzana,

del árbol prohibido.

Athenea.

Una mujer rojo-azul,

con el caramelo de la voz,

al toque suave de una guitarra.

Una mujer verde-violeta,

sus ojos son alegría de vida,

sonrisa

que se alarga

hasta la punta

de sus tacones.

Rojo-azul, verde-violeta,

sus manos son gorriones

que abren sus alas

alzando vuelos,

escapando de las llamas

Mujer amarilla,

regocijo en el lazo de su boca,

júbilo en el perfil de sus formas.

Mujer rosa,

caramelo melancólico,

tristeza de la desesperanza.

II

Mujeres brujas,

sin sonido

te hablan,

su voz terciopelada,

su mirada.

Escuchas entre

fuerzas ocultas,

en el jardín del silencio,

donde se hace la noche.

III

Mujeres amigas,

están ahí,

me regañan,

me conocen,

me quieren.

Todas algo mío, sin ser nada.

Me siento reflejada.

A María Ramos, Carmen Aguirre, Isabel Marín Lozano, Encarna Pérez,Manuela Cirré, Pilar Gómez, Raquel Martín, María José Cortés, Conchi Calle.