Como manos engarzadas en la manzana del
árbol,
abiertas y prendidas en
la verde hoja,
regada en la sutil
fragancia embelesada entre las sábanas.
Rozo tu cuerpo
acariciando tu frágil
forma,
desechando lágrimas
en el seco estío
Sintiéndome fresca
como agua de pozo
oculta entre la tierra.
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