En esta tarde azul de
estío
cuando la hiel recorre mis
venas,
en esa anaérobica
relación
que nos ata en su momento espacio-tiempo,
proclamo que te odio.
En este crepúsculo que se
convierte en perdida,
es infierno,
en agobiante estado
cuando la noche se hace oscura,
proclamo que te odio.
En este atardecer de
tinieblas,
donde el invierno
renace en verano,
en una contracción
emocionada,
donde mi pálpito es
agonía,
proclamo que te odio.
En este ocaso de
luces,
donde vivo presa,
me muero de amor,
me muero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario