No te puedo odiar.
No esperes que lo haga,
cuando no te tengo,
cuando no me has besado,
cuando no me has
acariciado,
cuando no hubo jugo de
amor exprimido.
No pienses que te odio,
aunque la zarza se
despliega por mi cuerpo,
aunque el sudor frío me
invada,
aunque me hicieras sentir
jilguero en tu jaula,
aunque tu voz fuese cadena
y condena.
No te odio,
ya sólo eres el tañido
a muerto del campanario.
No te puedo odiar, aunque no fue...
ResponderEliminarSi el corazón ama no puede odiar...
Un beso
Querida Pilar, del amor al odio sólo hay un paso muy corto...no hablemos de la rabia...que está al lado...BESOS
Eliminar