domingo, 29 de septiembre de 2013

Me besaste.

Me besaste y quede esclavizada,
bebí de tu sabia,
me empapé de ti
llenándome de átomos
parásitos de recarga nuclear.

Tu beso fue lengua y agua
mezcla de negros, verdes y rojos
de forma dura, macabra, masoca
de asfixia placentera,
perpetua condena de tu sombra.

Y donde,
la carne se hizo hombre,
cromosoma único
amarrado

a un presente.

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