Me besaste y quede
esclavizada,
bebí de tu sabia,
me empapé de ti
llenándome de átomos
parásitos de recarga
nuclear.
Tu beso fue lengua y agua
mezcla de negros, verdes y
rojos
de forma dura, macabra,
masoca
de asfixia placentera,
perpetua condena de tu
sombra.
Y donde,
la carne se hizo hombre,
cromosoma único
amarrado
a un presente.
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