martes, 24 de septiembre de 2013

Narcosis.

Me siento como la espuma del mar,
envolviendo la arena con mi caricia
yendo y viniendo constantemente rota.

Me siento como campanilla amarilla de primavera
que renace en el campo con alegría,
mecida lánguidamente por el viento.

Me siento gorriona saliendo del nido,
en sus primeros vuelos de alas abiertas,
caída en picado en esta gravedad perpetua
remontando hasta subir a la cima.

Me siento como lluvia fina de primavera
en el prado de los sueños.

Después de tantos años me quedo,
con sonrisas perdidas en el recuerdo,
con miradas lejanas ajenas a mi esencia,
con rasguños curados en tiritas.

Me siento contenta
allí ya no vuelvo,
me sacudo las plumas,

dejando paso a la narcosis del olvido.

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